Un año más constatamos que las políticas en materia de igualdad y prevención de la violencia de género no funcionan. En el sindicato STEC, alzamos la voz para denunciar la violencia estructural y sistémica que sufren las mujeres y niñas en nuestra sociedad, y para reafirmar nuestro compromiso con la lucha por la igualdad de género. Como educadoras tenemos la responsabilidad de trabajar en la prevención y visibilización de la violencia de género para erradicarla a través de una coeducación transformadora.
La situación reflejada en los datos proporcionados por el Sistema de Seguimiento Integral de los casos de Violencia de Género (VIOGÉN) es un claro retrato de la realidad social actual en España. Según este sistema, el número de casos activos ha aumentado un 18,8% en el último año, y hay un 19,4% más de mujeres bajo protección oficial. En Cantabria, se contabilizan 1.196 casos con seguimiento policial, lo que supone 213 más que el año pasado.
Dos aspectos destacan especialmente:
- El 54% de las mujeres en esta situación tienen menores a su cargo, lo que pone de relieve el impacto de la violencia en el núcleo familiar.
- En casi 200 casos, las víctimas son menores de 18 años, mostrando cómo esta problemática también afecta directamente a la infancia y adolescencia.
Actualmente, se evidencia un preocupante retroceso en la igualdad de género y la visualización de pornografía como medio de aprendizaje de la sexualidad es uno de los grandes problemas. Estudios como: «Juventud y pornografía en la era digital» (Fundación Fad Juventud, 2023) o el Informe de Save the Children España: «De puertas adentro» (2022), lo demuestran. Los resultados de estos son aterradores, en España, la visualización de pornografía se adelanta a los 8 años de edad y 7 de cada 10 jóvenes la consumen de manera habitual. La consecuencia más inmediata es el efecto nocivo en el desarrollo afectivo-sexual, ya que reproduce escenas de violencia sexual, creando y reforzando roles y modelos que normalizan y consolidan la desigualdad, la sumisión y la cosificación contra la mujer. Urge implementar medidas legislativas, pero también educativas, para mitigar los efectos del acceso temprano y no regulado a la pornografía en los menores.
Las cifras de víctimas de acoso, abuso, violaciones y asesinatos siguen siendo inaceptables y subrayan la urgencia de políticas públicas efectivas que lleven a disponer de suficientes medidas de prevención y atención a las víctimas que permitan garantizar la protección y el acceso a los servicios.
La sensibilización social colectiva y un compromiso educativo para erradicar la violencia de género son imprescindibles en nuestra comunidad educativa en la que faltan recursos, como nos advierte el último informe de la Comisión para la Igualdad Efectiva entre Hombres y Mujeres y la Prevención de la Violencia de Género del Consejo Escolar de Cantabria. Entre las conclusiones del citado informe podemos deducir que, entre otros, en los centros educativos faltan horas para que las personas responsables de igualdad lleven a cabo su cometido, faltan equipos y comisiones en los centros para elaborar, supervisar y evaluar los proyectos coeducativos, falta coordinación de las acciones previstas en estos proyectos para ser más efectivos, faltan actuaciones de formación dirigidas a las familias a través de las AMPAS para promover la desaparición de estereotipos sexistas y el reparto de responsabilidades domésticas entre las familias. Estos graves problemas relacionados con la violencia de género y la insuficiencia de recursos y acciones para abordarlos de manera efectiva, subrayan la necesidad urgente de implementar medidas preventivas, reforzar la atención a las víctimas, y garantizar recursos adecuados en el ámbito educativo para promover la igualdad de género.
La coeducación es clave para prevenir las desigualdades estructurales y una cultura que tolera conductas violentas en el ámbito privado y público. Debemos fomentar valores de igualdad, respeto y empatía desde edades tempranas, promover el cuestionamiento de roles de género tradicionales y combatir los estereotipos que perpetúan la discriminación. Un enfoque educativo integral puede transformar mentalidades, creando sociedades más justas y libres de violencia de género.
Desde el sindicato feminista STEC, luchamos por convertir las aulas en espacios seguros, igualitarios y libres de violencia. Exigimos a las administraciones que prioricen recursos para la implementación de medidas y apoyen a las comunidades educativas en este proceso. Hoy, reafirmamos nuestro compromiso con la justicia de género y la eliminación de toda forma de violencia contra la mujer. Juntas podemos construir una sociedad donde niñas, jóvenes y mujeres puedan vivir sin miedo, con libertad y dignidad.
Porque la educación es la clave para el cambio. ¡Por una educación feminista que erradique la violencia de género!
Mientras se dan respuesta a todas las necesidades, recordemos los principales medios para hacer efectivas las denuncias:
- El teléfono 016 atiende a todas las víctimas de violencias machistas las 24 horas del día y en 53 idiomas diferentes.
- El correo 016-online@igualdad.gob.es
- WhatsApp a través del número 60 00 00 016
- Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.
- En una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional 091 y de la Guardia Civil 062
- Desde la APP de la policía y guardia civil ALERTCOPS se pueden enviar una señal de alerta con geolocalización.
Área Feminista del STEC