Lo del reparto de pantallas digitales parecía una cuestión más en la que se estaba decidiendo sobre la gestión de fondos europeos y sobre pedagogía… sin l@s docentes; que en nombre de proteger a menores de la sobreexposición a pantallas parecía “protegerse” a los propios centros, como si no supiéramos utilizar correctamente los recursos… y estaba resultando extraño, pero al final vemos que realmente era la excusa (mala) para desviar recursos públicos a centros privados, que por desgracia no es algo extraño en Consejería, pero desde luego para el STEC es absolutamente inaceptable.
Las pizarras deben ir allí donde estaban comprometidas, para utilizarse como es debido, nunca a dotar empresas educativas privadas.
