A nadie se le escapa que Cantabria vive un problema de natalidad que va teniendo reflejo en un descenso de la matrícula, hasta ahora en nuestros colegios de Educación Infantil (-23%) y Primaria (-7%), y próximamente empezará a afectar a los institutos. En los años venideros, la oferta de plazas podría duplicar la demanda de matriculaciones, lo que para una Administración que quisiera hacer recortes duros en Educación podría llevar a suprimir gran número de plazas.
También quienes damos clase somos sabedores de que reducir las ratios es fundamental para garantizar una educación de calidad y también la distancia de seguridad en el actual contexto de pandemia, cuando numerosos centros incumplían el protocolo por masificación de las aulas.
Por todo ello, desde el STEC defendemos que este contexto no es la ocasión para reducir unidades y ahorrar en Educación, sino la oportunidad perfecta para, sin apenas aumentar la inversión, poder reducir progresivamente las ratios máximas*, volviendo a situar a Cantabria como vanguardia de la calidad educativa.
Aquí el estudio de la evolución de la matriculación en la enseñanza pública y privada:
Aunque resulte algo importante y rentable, los avances no se consiguen sin la concienciación y organización del profesorado y la sociedad cántabra en general, por lo que lanzamos una campaña por la reducción de ratios que necesita la implicación de toda la comunidad educativa de Cantabria, difundiendo el análisis, la cartelería, comentando la importancia educativa de la ratio, etc.
*Actualmente, está fijada en 35 alumn@s/aula en Bachillerato, 30 en E.S.O., 25 en Infantil y Primaria, 18 en las aulas de 2 años.
