La misma Consejería que muestra una cara amable en sus comunicaciones a la prensa, está demostrando poca fiabilidad en las negociaciones sindicales, en especial con la que hemos situado como inaplazable en el cronograma acordado: la adecuación retributiva y horaria.
Y es que esa fue la primera pelea que hubo que dar: que las demandas que marcamos como prioritarias, se colocaran en primera posición en el cronograma de negociación. No sin tiras y aflojas, acordamos un cronograma en el que las adecuaciones de la campaña #EsAhora aparecían en primer lugar, previstas para tratarse durante los meses de noviembre y diciembre.
Incluso, debido a la presión ejercida desde los claustros, la Consejería anunció en rueda de prensa el desbloqueo de la ley de recortes que impedía recuperar el derecho a la reducción de la jornada lectiva para mayores de 55 años.
Sin embargo, a partir de ahí la Consejería se ha dedicado a censurar y tratar de dilatar la cuestión, llegando a intentar aplazar la negociación «para el mes de enero».
Esto ha provocado el encierro de esta mañana, que ha tenido eco en todos los medios (prensa, radio, televisión) de Cantabria y ha obligado al Consejero a acceder a convocarnos para este jueves en mesa sectorial. Sin embargo, le hemos afeado que nos convoque a una mesa sectorial sin haber negociado previamente la cuestión en mesas técnicas (tal y como siempre se ha hecho) y, sobre todo, sin haber comunicado su posición. Mientras que la Junta de Personal ha hecho su parte, enviando un estudio propio con propuesta concreta de adecuación horaria y retributiva, la Consejería no ha correspondido como se comprometió. Resulta un hecho insólito que se nos convoque «a ciegas» a una mesa sectorial.
En todo caso, solo cuando hemos recibido formalmente esa convocatoria con la adecuación en el orden del día, sobre las 16:00 horas, hemos acordado levantar el encierro, con la sensación de que esta Consejería está demostrando poca fiabilidad y que habrá que forzarles a dar cada paso positivo que logremos.