Pues esta es la «oposición» que hay en el Parlamento de Cantabria. Con las injusticias y necesidades que tenemos en el sistema educativo público, elegido por 3 de cada 4 familias cántabras, se dedican a exigir más financiación pública para la competencia desleal de los negocios educativos privados, una anomalía a revertir.
