Novedades en el Real Decreto de ingreso: tenemos un problema

Desde el Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza de Cantabria (STEC) a tenor de las diferentes informaciones periodísticas y con las cautelas que hay que tener hasta no conocer el texto definitivo que se publicará en el BOE, queremos mostrar nuestra preocupación por las novedades que, a última hora, parecen haberse aprobado en el Consejo de Ministros del martes 12 de abril, relativas al Real Decreto de ingreso a la función pública docente.

Vaya por delante que es inaceptable que sea la prensa la que tenga una información que no se ha comunicado por parte del Ministerio de Educación y Formación Profesional ni a las organizaciones sindicales ni a las consejerías de Educación; pero si efectivamente el Ministerio, a instancias del Consejo de Estado, ha introducido un tercer sistema de ingreso, tenemos un problema. Hasta ahora, la Ley 20/2021 de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público, preveía dos procesos de estabilización: uno de concurso de méritos en el que se ofertaban plazas estructurales ocupadas interinamente desde antes de enero de 2016, y otro de concurso-oposición con pruebas no eliminatorias (sin supuestos prácticos, sin programación, etc.) para el resto de plazas. Ahora, y siempre según informaciones que hay que contrastar y confirmar definitivamente cuando se publique en BOE, se añadiría un tercer proceso de concurso-oposición “ordinario” (con pruebas eliminatorias, supuestos prácticos, programación). En el concurso-oposición de pruebas no eliminatorias se ofertarían plazas de estabilización (aquellas que a 31 de diciembre de 2020 llevasen tres años ocupadas por personal interino) y al concurso-oposición ordinario las plazas de reposición (básicamente jubilaciones) y de nueva creación.

Desde el STEC valoramos negativamente este cambio de última hora que sólo va a crear incertidumbre entre las personas opositoras y unas dificultades organizativas enormes para las administraciones educativas. En procesos anteriores, por ejemplo, en las oposiciones que se hicieron al amparo de los procesos de estabilización de 2018, 2019 y 2021, todas las plazas (tanto las de estabilización como las de reposición) se ofertaban “mezcladas” y se ejecutaban con el mismo sistema de exámenes, baremo y ponderaciones. Así estaba también previsto en la Resolución que aprobó hace escasos días la Secretaría de Estado de Función Pública para poner en marcha de forma armonizada todos los procesos de estabilización que se iban a realizar en aplicación de la Ley 20/2021. No es de recibo que el Consejo de Estado, obviando todo lo hecho hasta ahora en este país en anteriores procesos selectivos, no teniendo en cuenta nada de lo hablado en Mesas de negociación, y en contra de un criterio ya oficial expresado mediante una Resolución de la Secretaría de Estado de Función Pública, dictamine un proceso de acceso (el tercero) que al solaparse con el de concurso de méritos y con el de concurso-oposición de pruebas no eliminatorias, va a originar muchos perjuicios.

Si llevamos un curso entero trabajando en cómo conjugar un concurso de méritos con un concurso-oposición para que ambos procesos no se solapen y ver la fórmula más justa y más cómoda para todos los aspirantes, ahora nos encontramos con una dificultad inesperada: la aparición de un tercer sistema de ingreso. Las personas opositoras, tanto las que ahora son interinas como los que quieren ingresar por primera vez, se verán ante la angustia de no saber para qué proceso es mejor prepararse, calcular si pueden participar en todos a la vez, cómo se van a distribuir en el tiempo… Para las consejerías de Educación, que ya tienen dificultades para organizar un simple proceso selectivo, y que ya estaban agobiadas preparándose con tiempo para el complicado reto de afrontar dos a la vez (el concurso de méritos y el concurso-oposición de pruebas no eliminatorias) ahora tendrán que prepararse para el más difícil todavía al tener que sincronizarlo con un tercer sistema de ingreso.

Las objeciones que ha puesto el Consejo de Estado parecen más políticas que legales, y la clave está en analizar cómo lo ha introducido el Ministerio en el articulado del nuevo real Decreto de ingreso, y ver si ha encontrado alguna fórmula para evitar la locura que supondrá simultanear en el tiempo tres procesos diferentes de acceso a la función pública docente.

Con este escrito también queremos mostrar nuestro apoyo y empatía con todas las personas que estáis viviendo esta situación, llena de incertidumbres, de informaciones cambiantes y a veces de malas noticias como la de hoy. Todo este proceso de estabilización de plazas se está gestionando de la peor forma posible política y administrativamente, tanto por parte de la administración como de los sindicatos que pactaron en Función Pública con el ministro Iceta los acuerdos de los que han derivado estos lodos. Desgraciadamente, desde nuestro sindicato no podemos corregir todas estas decisiones erróneas, pero sí nos queda trabajar, como estamos haciendo, para intentar que al final no sea un caos en el que las personas interinas y opositoras en general salgan perjudicadas. Ya acertamos en Cantabria no esperando a que se publicase el nuevo Real Decreto de ingreso para hacer la convocatoria de la oposición como pedían otras organizaciones sindicales; si hubiésemos esperado, la normativa (ejercicios prácticos, programación, unidades…) habría cambiado con poca antelación, y es probable que este año no hubiera habido siquiera concurso-oposición.

Finalmente queremos hacer, en la medida de lo posible, un cierto llamamiento a la calma hasta que conozcamos con exactitud toda la letra pequeña de la nueva norma que regirá el sistema de ingreso y todas las posibles interpretaciones. Cuando lo conozcamos haremos asambleas informativas y veremos qué alternativas podemos plantear desde nuestro ámbito de negociación.

 

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