La reforma laboral pactada por CCOO-UGT y la Patronal incumple la promesa electoral de los partidos del Gobierno para la derogación. Desde el sindicalismo asambleario y de clase debemos empujar para que la mayoría parlamentaria haga valer el mandato popular de recuperación de todos los derechos laborales perdidos con las reformas de 2010 y 2012.