El pasado 29 de noviembre, Sergio Silva enviaba un escrito a tod@s l@s directores/as para su traslado a los claustros docentes, en el que manifestaba su intención de colocar árboles navideños en Consejería, para «ir colgando las tarjetas o similares que nos soléis hacer llegar». De este modo, vosotros o la ciudadanía que nos visite podrá conocer de primera mano vuestras felicitaciones navideñas y tener ese recuerdo».
Ho, los y las delegadas de la Junta de Personal Docente hemos acudido con postales y lazos verdes, con la prensa como testigo, dispuestos a aceptar su invitación.
(No) os sorprenderá saber que han enviado a un cargo de la Consejería a dar orden de no dejarnos acceder a este edificio público para decorar su árbol navideño como solicitaban. Hasta ahí llega su talante y su concepto de participación: hasta que atisban cualquier crítica, aunque sea en estos términos tan inofensivos.
Hoy, más que nunca, es necesario recordar al consejero Sergio Silva que Ley Orgánica 11/1985, de 2 de agosto, de Libertad Sindical. Artículo 9: los representantes sindicales tienen entre otros a los siguientes derechos: «c) A la asistencia y el acceso a los centros de trabajo para participar en actividades propias de su sindicato o del conjunto de los trabajadores, previa comunicación al empresario, y sin que el ejercicio de ese derecho pueda interrumpir el desarrollo normal del proceso productivo.«
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