Superado el ecuador de la legislatura, Silva ha pasado de la parálisis a los retrocesos.
Este miércoles 19 de noviembre, de nuevo con los centros teñidos del verde que caracteriza la marea en defensa de la Educación Pública, se da una curiosa coincidencia: el STEC, sindicato mayoritario de la Educación Pública de Cantabria, cumple 45 años desde su acta de constitución, y también se cumple el primer aniversario desde que comenzara el encierro docente en Peña Herbosa. Precisamente al cumplirse ese año de conflicto, y toda una semana sin respuesta del Gobierno a nuestra última propuesta de acuerdo, decae definitivamente nuestra disposición a incrementar un 50% las horas de formación sobre las demás CCAA, pasando la propuesta a igualar a la comunidad más formada, con 120 horas por sexenio.
La propuesta, además, no se limita ya a la inaplazable adecuación retributiva, sino que incluye el compromiso de negociar inmediatamente un acuerdo para la extensión de la bajada de ratios y la reducción de la burocracia. El valle demográfico, que ya ha llegado a los institutos, reduce notablemente la inversión necesaria, pero no garantiza per se grupos abarcables, como han afirmado erróneamente en el Parlamento unos políticos que hablan de Enseñanza desde la ignorancia. De hecho, la negativa a alcanzar un acuerdo específico en Primaria, ha sido utilizado como excusa por la Consejería para superar este curso en varias aulas de nuestra red pública la ratio de 20 que acordamos para el segundo ciclo de Infantil en la pasada legislatura.
Faltan trabajo y negociación para afrontar los temas pendientes
Con el sistema de oposiciones, como antes ocurriera con la salud laboral, el bilingüismo en lengua extranjera o la reducción de la burocracia, llevamos mucho tiempo solicitando a la Consejería mesas para analizar estos temas con la profundidad y la seriedad que merecen. Sin embargo, sin ningún trabajo previo en ese sentido, han vuelto a anunciar medidas que dinamitan todos los consensos para empeorar la situación, con excusas peregrinas. En cualquier caso, vistas sus declaraciones de que no va a imponer todos esos cambios “de forma unilateral”, le tomamos la palabra, aunque es la misma que dio sobre el calendario o el Consejo Escolar.
De una Consejería de Educación cabría esperar cuidado hacia la plantilla, así como diálogo con sus representantes para mejorar sus condiciones laborales y con ello también el propio sistema educativo. Sin embargo, la Administración de Silva cada vez se aleja más de esto, indignando al colectivo docente y empujándolo al conflicto. Han tenido un inicio de curso con récord de huelgas y movilizaciones históricas, pero el Gobierno de Buruaga se ha mostrado llamativamente desinteresada en recuperar la normalidad en la actividad lectiva de la Educación Pública, como si estuviera buscando precisamente dañar su imagen y la de sus profesionales.
Por todo ello, desde STEC vamos a seguir organizando al colectivo docente (mañana jueves desarrollaremos una asamblea del personal interino), tejiendo comunidad educativa con el resto de trabajadores y familias de los centros, en movilización constante para denunciar los incumplimientos y retrocesos que amenazan la Educación Pública de Cantabria, como haremos desde la Junta de Personal Docente el próximo lunes 24, a las 17:30 h. frente al Parlamento en el que se debatirán las enmiendas a la totalidad que reclaman la retirada de la insólita ‘Cláusula Silva’.