STEC advierte a Silva: no puede permitirse repetir otro curso sin avances

La renegociación de la fallida reducción lectiva para mayores de 55 queda pendiente del curso pasado y tanto la adecuación salarial como la bajada de ratios no pueden esperar más

Llama la atención que en la larga rueda de prensa que el consejero de Educación dio el pasado lunes presentando el curso escolar 2024/25, apenas hiciese referencias al profesorado, que constituye el factor más importante del sistema educativo. De alguna manera, demuestra que entre los proyectos de esta Consejería no está presente reforzar socialmente la figura del docente.

Este desinterés de la Consejería por mejorar las condiciones de trabajo resulta especialmente sangrante e injusto si observamos la situación en la que se encuentra el colectivo docente cántabro, que salió exhausto de la pandemia y a continuación ha hecho otro esfuerzo enorme de adaptación a los cambios que introduce la nueva legislación educativa, entre otras cosas, con las programaciones didácticas y la evaluación. Esto ha supuesto, además, un incremento del trabajo burocrático que ya antes era muy elevado y que ahora se ha vuelto asfixiante, tal y como puso de manifiesto la encuesta realizada por el STEC el pasado mes de junio, y por la que aún estamos esperando que el consejero nos cite para transmitirle los resultados y propuestas de mejora.

Que quieran vender la reducción de la jornada lectiva para el profesorado más mayor (el de más de 55 años) como un éxito, cuando solo han podido acogerse 76 docentes, supone una burla. Los propios firmantes del acuerdo (Silva con ANPE y Comisiones, una minoría de la Junta de Personal) anunciaron que iban a poder acogerse más de mil personas en el primer año de implantación. Si solo puede acogerse el 1% del profesorado y solo lo ha hecho el 7% del que en teoría hubiese tenido derecho a ello, la Consejería tiene que reconocer que es un fracaso que necesitamos renegociar para que cumpla el objetivo con el que lo concebimos. 

El otro avance producido el curso pasado, la extensión de la pareja pedagógica (maestro/a más TSEI) para las aulas de 1 año, también ha tenido un alcance muy limitado por la escasez de aulas de este tipo abiertas. Por ello, desde STEC planteamos para este curso medidas que incluyan al conjunto del colectivo docente, a ese 99% que sigue sin conocer avances.

En primer lugar, reclamamos una adecuación retributiva general para todo el profesorado, como las llevadas a cabo en 1998, 2003 y 2008. Tras 16 años esperando y perdiendo poder adquisitivo, hemos visto cómo se actualizaban los salarios de otros sectores de la administración autonómica (Justicia, Servicios Sociales y, en varias ocasiones, Sanidad), por lo que consideramos esto ya un desprecio político a la Educación Pública y sus trabajadores y trabajadoras.

En segundo lugar, el Consejero habla de un acuerdo de reducción de ratios que este año afecta a 2º de Primaria y que realmente no existe. Conviene aclarar que el único acuerdo en vigor es el que firmó la Junta de Personal con la anterior Consejería para la Educación Infantil, y lo que está haciendo Silva es respetar los grupos a 20 alumnos/as por aula a medida que suben de Infantil a Primaria. Resulta incomprensible la actitud del consejero de no hacer nada, y que en un contexto de crisis demográfica implicaría esperar una década para que la bajada de ratios alcanzara a 2º de Bachillerato.


El Consejero, que ha inaugurado el curso en el Centro de Educación Especial Parayas, continúa sin embargo el desvío de recursos públicos a la educación privada concertada, cuyos centros van a disponer del doble servicio público-privado de orientación. Desde STEC entendemos que este modelo debe revertirse, ampliando las plantillas de los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica, en lugar de financiar la contratación privada con el dinero de todos.

Por último, queremos señalar que, aún tras el proceso de supuesta estabilización, en el que el personal interino de Cantabria fue discriminado en su propia tierra, seguimos con una altísima temporalidad. La tasa de interinidad arranca en este curso situada en el 28,6% (un 23,6% en los colegios y un 33,9% en los institutos) y con un crecimiento del 5% en las jornadas parciales. Por eso, cuando la Consejería vende que hay “128 docentes más a pesar de que hay menos alumnado”, conviene aclarar dos cosas:

  • por un lado, el crecimiento de ciclos y familias de Formación Profesional, que es el que está tirando hacia arriba esas cifras.
  • por otro, que estamos ya en 754 interinos con media jornada o dos tercios, 33 más que el curso pasado. Estas crecientes jornadas parciales, que desvirtúan las cifras oficiales de profesorado, suponen una precarización de las condiciones laborales, con lo que implica para la función docente y la calidad de vida de los trabajadores y trabajadoras.

En definitiva, el 99% del profesorado de Cantabria inicia el curso sin conocer mejoras en sus condiciones de trabajo, y desde el STEC han querido dejar muy claro que no va a aceptar que el consejero Silva repita otro curso sin avances.

Rueda de Prensa

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