Valoración de los presupuestos educativos de 2023. No puede esperar más la integración del PTFP.

Lo importante de los Presupuestos, además de las cifras globales, es el destino que se da a las partidas presupuestarias, y el STEC aporta sus reivindicaciones.

Instamos a la Consejería a ejecutar “de una vez” la integración del profesorado Técnico de FP en Secundaria, tras dos años de demora.

El objetivo de esta rueda de prensa es valorar el proyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Cantabria, y, sobre todo, plantear una serie de reivindicaciones que para el STEC deberían de recogerse en las cuentas de Educación del año 2023 y lo hacemos así, en rueda de prensa, ya que la Consejería no articula ningún procedimiento de participación en la elaboración de este importante documento. El proyecto de Presupuestos Generales experimenta un incremento considerable (parte de él procedente de fondos europeos) en las partidas destinadas a Educación, con un incremento de casi 30 millones de euros, lo que permitirá a esta Consejería contar con casi 5 puntos más (un 4,98%) en su presupuesto. Ahora bien, la cuestión que queremos poner encima de la mesa en la rueda de prensa de hoy, son los grandes objetivos y prioridades de la Consejería, en definitiva: discutir el destino que el departamento de Marina Lombó va a dar a todos estos dineros.

En primer lugar, desde el STEC, queremos manifestar que una de las prioridades que debería tener la Consejería de Educación y Formación Profesional es la extensión, de cara al curso 2023/24 de la reducción de las ratios máximas a nuevas etapas del sistema educativo. Estamos planteando que en el proyecto de Presupuestos se contemple una partida destinada a reducir las ratios en Educación Primaria, igual que ya se ha hecho en este curso en la etapa de Educación Infantil. Desde este sindicato llevamos años sosteniendo que el bajón demográfico que afecta a la matrícula, con un descenso acusado (un 25% menos) del número de alumnos y alumnas que entran en el sistema desde el curso 2013/14, es una oportunidad para mejorar el sistema público reduciendo las ratios máximas. Así se ha hecho tras el acuerdo que firmamos en abril y que afectaba a las aulas de Infantil, pero el acuerdo será claramente insuficiente si en el futuro esta reducción no se va extendiendo progresivamente “hacia arriba” por las otras etapas del sistema, como siempre hemos defendido.

En efecto, es urgente discutir qué va a ocurrir con las aulas de Infantil del nivel de 5 años cuando el curso próximo pasen a 1º de Primaria; es decir, si van a mantener la ratio a 20 o retrocederán otra vez para volver a la ratio de 25. Pero discutir esto en unos presupuestos expansivos de los que está presumiendo la Consejería, sería muy limitado, hay que ser mucho más ambiciosos y plantearnos ya a corto plazo reducir la ratio máxima en toda la etapa de Primaria. Los datos demográficos y los Presupuestos lo permiten. Reducir la ratio a 20 en todo Primaria en el curso 2023/24 (téngase en cuenta que solamente habría que incluir en los Presupuestos de 2023 una partida para los meses de septiembre a diciembre) supondría un aumento del gasto (Capítulo 1: retribuciones del personal docente) de 2.600.000 euros. Recordamos que esta medida (ratio a 20) se aplicó en buena parte de la etapa de Primaria en los centros de Cantabria durante el curso 2020/21 con motivo de la pandemia de Covid.

Para el STEC también es de suma importancia que se apueste por la extensión de las aulas de Infantil de niños y niñas de 1 año. Si bien hemos sido pioneros en su día y referente estatal en lo que se refiere a las aulas de 2 años, desgraciadamente ocurre todo lo contrario con las de 1 año; y lo que está presupuestando y planeando la Consejería es claramente insuficiente: solamente una docena de aulas y con presencia de una maestra a tiempo parcial (media jornada) junto con la TSEI. Es inaceptable que estas aulas cuenten sólo con una maestra a tiempo parcial, cuando las aulas de dos años que tenemos como ejemplo cuentan con esta profesional a tiempo completo. Además, todas estas aulas las ubican en zonas rurales, no contempla para nada aulas de 1 año en zonas urbanas, cuando se trata de un programa financiado con fondos europeos que establece en primer lugar implantación en zonas con riesgos de pobreza y exclusión social. Estamos de acuerdo con que se cuide la Cantabria rural e ir compensando desequilibrios territoriales; pero falta un plan integral para la escuela rural cántabra que contemple otras muchas medidas como, por ejemplo, mejorar el transporte escolar en los valles del interior, y no solamente limitarse a poner aulas de 1 año. Tampoco existe, y así lo denunciamos públicamente, un plan global para todo el primer ciclo de Educación Infantil.

Estamos hablando, por tanto, de lo que es prioritario dentro de los Presupuestos Generales, y de lo que se debe o lo que no se debe hacer con el dinero público. En el STEC exigimos que no se utilice ni un euro del dinero de los Presupuestos de 2023 en concertar el Servicio de Orientación de los centros privados como se ha empezado a hacer ya en este curso. Nuestro sindicato cree que los Presupuestos deberían contemplar ya una partida con la que retomar la negociación salarial tanto del colectivo docente como del personal TSEI que trabaja en los colegios públicos.  En efecto, en Cantabria ha habido, desde que se asumieron las competencias, tres negociaciones de lo que en su día se llamó “adecuación retributiva” del profesorado; negociaciones que tenían lugar cada cinco años (la siguiente habría tocado en 2013) y que no se han repetido desde hace demasiado tiempo. Las sucesivas pérdidas de poder adquisitivo de la última década, justifica el retomar esta negociación, que todavía tiene menos excusas para el colectivo TSEI que nunca se ha beneficiado de este tipo de acuerdos, y el resultado son unos salarios muy bajos y no adecuados a su cualificación profesional e importante trabajo que realizan.

Por último, tenemos el asunto de la Formación Profesional que es otro de los capítulos estrella de los Presupuestos. La Consejería está extendiendo la oferta pública de estas enseñanzas, mediante la ampliación y la construcción de nuevos centros; pero olvida abordar cuestiones prioritarias y de máxima urgencia que afectan al profesorado de FP.

Efectivamente, desde que se aprobó la nueva ley educativa (la LOMLOE) en diciembre de 2020, se estableció que todo el profesorado de la FP que reuniese una serie de requisitos de titulación iba a ser integrado en un único cuerpo docente con iguales condiciones laborales. Hasta ahora en la FP coexisten dos cuerpos docentes (Profesorado de Secundaria y Profesorado Técnico) con diferentes condiciones laborales, especialmente llamativas en el tema retributivo. Con la LOMOLE, se da cumplimiento en parte a la vieja reivindicación sindical de igualar las condiciones de personas que trabajan dando clases en un mismo centro y a un mismo alumnado. Ahora bien, la integración en un único cuerpo docente, es un proceso que requiere, además de su aprobación en la LOMLOE, de una regulación específica a través de una norma básica del Estado. Inexplicablemente, esa norma (un Real Decreto) ha tardado el Ministerio de Educación más de año y medio en publicarla. Pero lo que resulta más inexplicable todavía es que habiéndose publicado el citado Real Decreto en BOE de 5 de octubre, y sabiendo la Consejería desde hace casi dos años que este momento iba a llegar, demore otros meses más la integración de los dos cuerpos docentes de la FP.

En la última reunión que mantuvimos la semana pasada con la Consejería, nos informó que van a esperar a ponerse de acuerdo con otras CC.AA. para hacer la integración en los primeros meses del año 2023. Al STEC esto le parece inaceptable; las órdenes de convocatoria de integración de los cuerpos docentes son una competencia autonómica, no hay por qué coordinarse con otros territorios, ni por ello tener que esperar medio año más para aplicar algo que el profesorado afectado tiene reconocido por una Ley desde hace dos años. Desde el STEC emplazamos públicamente a la Consejería de Educación a que no espere a los Presupuestos de 2023 y que habilite ahora mismo una partida extraordinaria para pagar, antes de que termine el 2022, los atrasos que adeuda al colectivo de Profesores Técnicos de FP, y que, por Ley, insistimos, tiene la obligación de hacer con carácter retroactivo.

Y después de efectuar la integración y pagar los atrasos, habrá que abordar con más calma un problema que se genera con este proceso, y es el del profesorado de FP que no reúne las condiciones para integrarse. En primer lugar, está el gravísimo asunto del personal interino que no tiene la titulación requerida y que puede verse expulsado del sistema: hay que dimensionar el problema (ver cuántas personas estarán afectadas) y buscar una solución; no puede ser que docentes que llevan muchos años dando clases con una titulación, ahora se les diga que ya no les vale, y se vean en la calle.  Y, en segundo lugar, está la cuestión de fondo del resto de profesorado de FP que por diversas circunstancias queden fuera de la integración. También exigiremos que se negocie una solución para que, al menos salarialmente, se busque una fórmula para que todo el profesorado que trabaja en estas enseñanzas tenga idénticas condiciones salariales. Lo contrario no será bueno para una educación, que desde el STEC, concebimos como un quehacer colectivo, en condiciones de igualdad y mediante trabajo en equipo.

 

En Cantabria, a 8 de noviembre de 2022
Secretariado del STEC

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