Los pasados 19 y 20 de mayo hemos asistido al XIII Congreso de Educación de Cantabria sobre convivencia positiva y prácticas restaurativas ‘Reforzando vínculos’. Nos gustaría hacer una valoración, para trasmitir el sentir de nuestra afiliación.
El comienzo fue lamentable, quedando patente el malestar entre nuestr@s compañer@s porque la Consejería pensara como ponencia inaugural en un asesor de Ayuso que pretendía vendernos que la concertada, cobrando sólo 300€ al mes a las familias (20% del coste), puede montarse un tinglado de atención a necesidades específicas de apoyo educativo muy chic.
En medio hubo cosas interesantes: algunos talleres y ponencias que nos dejaron claro que debemos estar alerta al acoso escolar en nuestras aulas porque los estudios reflejan datos preocupantes, que la neurociencia está demostrando que no podemos obviar lo socioemocional para diseñar nuestras programaciones, que hay muchos centros con programas y proyectos de convivencia extraordinarios en nuestra comunidad autónoma, y que existen ya programas concretos aplicados en varios centros como el TEI o el KiVa, con buenos resultados.
El final volvió a ser mediocre, con una ponencia que no aportó más que la opinión de Javier Urra, con la que se puede estar a favor o en contra, pero resulta indiferente cuando a lo que íbamos es a formarnos para hacer frente a tareas importantísimas para nuestra vida en los centros, como son la convivencia y las prácticas restaurativas.
Faltó un programa bien planificado que diera respuesta a la necesidad de organizar la convivencia en los centros y sobraron vendedores de humo.